El Explorer of the Seas, un majestuoso crucero de 1.020 pies de largo con capacidad para 4.290 huéspedes, se convirtió en el escenario de un aterrador episodio que dejó a miles de pasajeros conmocionados.
Operado por Royal Caribbean desde el año 2000, este barco ha sido sinónimo de viajes llenos de lujo y aventura. Sin embargo, durante una travesía que partió de Barcelona hacia Miami, un suceso inesperado desafió la tranquilidad que caracteriza a sus rutas.
Mientras navegaba cerca de Tenerife, en las Islas Canarias, el crucero fue sorprendido por vientos huracanados con ráfagas superiores a 100 kilómetros por hora. Según un comunicado de la compañía, las condiciones climáticas provocaron un “movimiento repentino” que inclinó el barco hasta 45 grados, transformando el viaje de ensueño de 12 noches en momentos de pánico y caos.
A pesar del impacto, Royal Caribbean aún no ha reportado daños significativos ni heridos, aunque las escenas vividas quedarán marcadas en la memoria de los pasajeros como un episodio inesperado en alta mar.